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jueves, 26 de febrero de 2009
La Mano de Dios
Sin Su Inteligencia, no sabrías ni abrocharte los pantalones. Sin Su Inspiración no sabrías ni hacer un monigote con boñigas de vaca. No es a ti a quien debes Glorificar, sino a Él.
Quizá quieras subir en bicicleta el Everest y después bajarlo en patinete... O lograr respirar debajo del agua, o tener superpoderes y salvar a la gente de catástrofes y tener poderes psíquicos y ser el héroe de los sueños de todo el mundo. Pero no estás aqui para eso.
Ciertamente se te revelarán tus dones al cumplir tu Función. Sin embargo, tu objetivo no es conseguirlos y siquiera usarlos en beneficio de los demás; sino desplegar la Conciencia de la Realidad perdonando la percepción sobre todas las cosas, y trascender la Creación. Y eso, ciertamente, lo puedes hacer sin salir de tu habitación
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