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domingo, 2 de noviembre de 2008
Morir al sueño.
"...Nuestro mundo mágico, que es un ensueño, se hace realidad mediante el deseo concentrado de quienes participan en él. Es mantenido intacto en cada instante por las voluntades tenaces de los brujos, del mismo modo en que el mundo cotidiano se sostiene por la voluntad tenaz de todo el mundo… Para soñar nuestro ensueño tienes que estar muerta.
- ¿Quiere eso decir que me tengo que caer muerta aquí y ahora mismo? Ya sabes que estoy lista para eso de buena gana…
- No, no. Con morir me refiero a soltar todas nuestras ataduras, a abandonar todo lo que tenemos, todo lo que somos.
- Eso no es nada nuevo. Yo hice eso en cuanto me uní al mundo de los brujos.
- Obviamente no lo hiciste, de otro modo no te hallarías en este lío. Si hubieses muerto como lo exige la brujería, ahora no sentirías angustia.
- ¿Qué sentiría, entonces?
- ¡Deber! ¡Propósito!
- Mi angustia no tiene nada que ver con mi sentido de propósito. Es algo aparte, independiente. Estoy viva, y siento tristeza y amor. ¿Cómo puedo evitarlo?
- No tienes que evitarlo, sino superarlo. Si los guerreros no tienen nada, no sienten nada.
- ¿Qué clase de mundo vacío es ese?
- El mundo que sí es vacío es el mundo de la indulgencia, porque la indulgencia le aísla a uno de todo excepto de la propia indulgencia. Por eso es un mundo desequilibrado, aburrido, repetitivo. Para los brujos el antídoto a la indulgencia es morir, y no sólo piensan en ello sino que lo hacen.
- De verdad no entiendo lo que estás diciendo.
- Lo entiendes perfectamente bien. Tu ensueño comenzó cuando me conociste. Ahora ha llegado el momento de otro ensueño, pero esta vez ensueña muerta. Tu error fue ensoñar viva.
- ¿Qué significa eso?...
- Ensoñar viva significa que aún conservas la esperanza, significa que te aferras a tu ensueño para salvar tu vida, mientras que ensoñar muerta significa que ensueñas sin esperanza, que ensueñas sin aferrarte a tu ensueño.
Florinda me había dicho que la libertad implica la total ausencia de preocupación por sí mismo, una carencia de preocupación que se logra cuando se libera la carga de energía aprisionada en nuestro interior. Había dicho que esta energía se libera únicamente cuando podemos interrumpir el exaltado concepto que tenemos de nosotros mismos, de nuestra importancia personal, una importancia la cual sentimos que no debe violarse ni someterse a menoscabo o mofa.
- El precio de la libertad es muy alto. La libertad solamente puede alcanzarse ensoñando sin esperanza, estando dispuestos a perderlo todo, incluso el propio ensueño. Para algunos de nosotros, ensoñar sin esperanza, luchar sin un objetivo en mente, es la única manera de mantenerse al paso del Pájaro de la Libertad."
Ser en el ensueño
Florinda Donner.
Florinda Donner.
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