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viernes, 26 de septiembre de 2008

El esfuerzo innecesario de querer cambiar la mente


Int: Si yo soy más allá de la mente, ¿cómo puedo cambiarme a mí mismo?
Mah: ¿Dónde está la necesidad de cambiar algo? La mente está cambiando de todos modos todo el tiempo. Observe a su mente desapasionadamente; esto es suficiente para calmarla. Cuando está serena, usted puede ir más allá de ella. No la mantenga ocupada todo el tiempo. Deténgala —y solo sea. Si usted le da reposo, ella se serenará y recobrará su pureza y su fuerza. El pensamiento constante la extenúa.
Int: Si mi verdadero ser está siempre conmigo, ¿cómo es que yo soy
ignorante de él?
Mah: Debido a que es muy sutil y su mente es grosera, está llena de pensamientos y de sentimientos groseros. Calme y clarifique su mente y usted se conocerá a usted mismo como usted es.
Int: ¿Necesito la mente para conocerme a mí mismo?
Mah: Usted es más allá de la mente, pero usted conoce con su mente. Es
evidente que el alcance, la profundidad y el carácter del conocimiento
dependen del instrumento que usted use. Mejore su instrumento y su
conocimiento mejorará.
Int: Para conocer perfectamente necesito una mente perfecta.
Mah: Una mente serena es todo lo que usted necesita. Todo lo demás acontecerá adecuadamente, una vez que su mente esté serena. Como el sol con su salida hace que el mundo entre en actividad, así también la presenciación de sí mismo efectúa cambios en la mente. A la luz de la presenciación de sí mismo calma y estable, las energías interiores se despiertan y obran milagros sin ningún esfuerzo de su parte.
Int: ¿Quiere usted decir que el mayor trabajo se hace no trabajando?
Mah: Exactamente. Comprenda que usted está destinado a la iluminación.
Coopere con su destino, no vaya en su contra, no lo tuerza. Permítale que se cumpla. Todo lo que usted tiene que hacer es prestar atención a los obstáculos creados por la necedad de la mente.