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miércoles, 6 de mayo de 2009
I'LL TAKE EVERYTHING
Se que me llevaré todo lo que consiga aquí,
por eso abandono todo lo que no pueda llevarme
por eso abandono todo lo que no pueda llevarme
Nadie busca un río en el desierto
Nadie busca un río en el desierto,
ni a un príncipe entre mendigos,
ni una perla en el barro,
ni al Santo entre los pobres.
Los reyes habitan en palacios;
los poderosos, en castillos;
los dioses, en templos;
y Tú. mi Señor, en mi corazón.
¿Por qué un huésped tan digno
se refugia en tan pobre morada?
¿Quién te recomendó tan insólito santuario?
En lo recóndito del hombre disimulas tu presencia.
En los entresijos del alma te has refugiado..
En medio de alimañas te has retirado.
¿De quién te escondes? ¿De mí, que te albergo?
¿Eres un espejismo del alma?
¿Una sombra de la imaginación?
¿Un desliz de la razón?
¿O realmente moras en mi interior?
Qué fácil es captar tu presencia en las estrellas,
en las montañas o en el mar!
O reconocerte disfrazado de niño, de anciano o de amigo.
Te intuyo camuflado en la historia,
en la ciencia y en la belleza.
Pero ¡qué difícil resulta hallarte
en la penumbra de mi corazón!
Si en las cimas más altas te alojaras,
allí escalaría para estar contigo.
Si en los abismos reposaras,
en ellos me sumergiría para vislumbrar tus destellos.
Si un lejano planeta te albergara,
hasta él viajaría para alcanzarte.
Pero si en mi corazón te escondes,
¿hacia dónde dirigir mi caminar?
¿Qué compuerta abriré?
¿Tendré que desnudar mi alma buscándote?
¿Tendré que desgarrar mi interior para encontrarte?
¿En qué rincón me aguardas silencioso?
¿Qué estancia has preparado para el encuentro?
¿Por cuántos pozos tendré que descender?
¿Cuántos barrancos tendré que cruzar?
¿Cuántos secretos tendré que desvelar?
¿Cuántos peligros tendré que sortear?
Y al final, ¿estarás realmente Tú y no yo?
Quiero escudriñar mis pensamientos,
sondear las profundidades de mi ser,
recorrer las cavernas de mi alma,
explorar los recovecos de mi memoria,
deslizarme por los muros de mis pasiones,
pasear por el jardín interior
y esperar impaciente tu venida.
Permaneces agazapado en una grieta de la conciencia,
oculto tras un recuerdo olvidado,
mezclado con un sentimiento desconocido
o inspirando una sólida intuición.
Allí estás Tú, vida, luz, sabiduría y fermento.
Humillas al presuntuoso que no se deja sorprender.
Despistas al altivo que te pretende atrapar.
Desconciertas al impetuoso que te persigue
y no sabe esperar.
En cambio, te acercas a aquel que precisa tu auxilio
y se rinde a tu realidad.
ni a un príncipe entre mendigos,
ni una perla en el barro,
ni al Santo entre los pobres.
Los reyes habitan en palacios;
los poderosos, en castillos;
los dioses, en templos;
y Tú. mi Señor, en mi corazón.
¿Por qué un huésped tan digno
se refugia en tan pobre morada?
¿Quién te recomendó tan insólito santuario?
En lo recóndito del hombre disimulas tu presencia.
En los entresijos del alma te has refugiado..
En medio de alimañas te has retirado.
¿De quién te escondes? ¿De mí, que te albergo?
¿Eres un espejismo del alma?
¿Una sombra de la imaginación?
¿Un desliz de la razón?
¿O realmente moras en mi interior?
Qué fácil es captar tu presencia en las estrellas,
en las montañas o en el mar!
O reconocerte disfrazado de niño, de anciano o de amigo.
Te intuyo camuflado en la historia,
en la ciencia y en la belleza.
Pero ¡qué difícil resulta hallarte
en la penumbra de mi corazón!
Si en las cimas más altas te alojaras,
allí escalaría para estar contigo.
Si en los abismos reposaras,
en ellos me sumergiría para vislumbrar tus destellos.
Si un lejano planeta te albergara,
hasta él viajaría para alcanzarte.
Pero si en mi corazón te escondes,
¿hacia dónde dirigir mi caminar?
¿Qué compuerta abriré?
¿Tendré que desnudar mi alma buscándote?
¿Tendré que desgarrar mi interior para encontrarte?
¿En qué rincón me aguardas silencioso?
¿Qué estancia has preparado para el encuentro?
¿Por cuántos pozos tendré que descender?
¿Cuántos barrancos tendré que cruzar?
¿Cuántos secretos tendré que desvelar?
¿Cuántos peligros tendré que sortear?
Y al final, ¿estarás realmente Tú y no yo?
Quiero escudriñar mis pensamientos,
sondear las profundidades de mi ser,
recorrer las cavernas de mi alma,
explorar los recovecos de mi memoria,
deslizarme por los muros de mis pasiones,
pasear por el jardín interior
y esperar impaciente tu venida.
Permaneces agazapado en una grieta de la conciencia,
oculto tras un recuerdo olvidado,
mezclado con un sentimiento desconocido
o inspirando una sólida intuición.
Allí estás Tú, vida, luz, sabiduría y fermento.
Humillas al presuntuoso que no se deja sorprender.
Despistas al altivo que te pretende atrapar.
Desconciertas al impetuoso que te persigue
y no sabe esperar.
En cambio, te acercas a aquel que precisa tu auxilio
y se rinde a tu realidad.
Josep Otón Catalán
Su Mandato es Vida Eterna
Jesús exclamó:
"El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió. Y el que me ve, ve al que me envió. Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas. Al que escucha mis palabras y no las cumple, yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día. Porque yo no hablé por mí mismo: el Padre que me ha enviado me ordenó lo que debía decir y anunciar; y yo sé que su mandato es Vida eterna. Las palabras que digo, las digo como el Padre me lo ordenó".
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