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sábado, 17 de mayo de 2008

En ti confio.



Gracias Espíritu Santo, Jesús.

En ti confió, en ti confío, en la función que Dios te encomendó.Confió en cada uno de mis hermanos, son el regalo que me ofreces, el regalo que ya me diste en el Cielo y compartimos. Y aquí descubrimos inocentemente en la perfecta Paz y Amor, que estamos unidos en el Padre.Solo una mente despertando, una memoria felizmente contada y acabada en el más y hermoso lugar
donde “todos”, se convierte en Uno.Te entrego a ti, Espíritu santo, mi mente, mi cuerpo, mis pensamientos, para que sean purificados. Y poder ver realmente el lugar donde tú quieres que estemos y reconozcamos nuestra santidad.

Gracias por recordar que ya estoy en ti, que traje la Luz y que camino unida a ti, allí donde me encuentre. Extendiendo el Reino al Reino.
Gracias por mostrarme, el nuevo mundo perdonado y amado en un solo corazón.
Liberar al mundo de todo lo que pensé que era.
Caminar, de la mano de mi hermano, al igual que camino en ti, Jesús.
Allí donde tú quieres que este solo vea el reflejo del Amor de Dios, bautizando cada instante.
Espiritu Santo, solo quiero ver tal cual tú ves, amar tal cual amas, y saber lo que es verdaderamente el perdón.
No me valdré de mis pasos pasados, solo me valdré de tu única idea a cerca de tu Hijo.
Solo existe un propósito, solo existe una verdad, solo existe un camino, y solo existe un Ser.
Elevaremos nuestros corazones con verdadera humildad hasta Aquel que nos creó inmaculados y semejante a El en poder y amor.

Despertar, inevitable.
No eres un cuerpo, inevitable.
Tu destino divino, inevitable.
Eres perfecto, puro, eterno y santo.
Eres tal cual Dios te creo.
Te amo aquí y ahora en el único instante que existe... en el Presente Amor, donde el mundo es liberado.
Gracias hermano… latimos en un mismo corazón.
Gracias Jesus por el regalo de libertad que le diste al Espiritu Santo para nosotros y poder liberarnos juntos. Unidos en la resurrección. En Vida eterna.


"Uniéndote a Su manera de ver es como aprendes a compartir con Él la interpretación de la percepción que conduce al conocimiento. Por tu cuenta no puedes ver. Compartir la percepción con Aquel que Dios te ha dado te enseña a reconocer lo que ves. Es el reconocimiento de que ninguna cosa que ves significa nada por sí sola. Ver con Él te mostrará que todo significado, incluyendo el tuyo, no procede de una visión doble, sino de la dulce fusión de todas las cosas en un solo significado, una sola emoción y un solo propósito.
Dios tiene un solo Propósito, y lo comparte Contigo. La única visión que el Espíritu Santo te ofrece brindará esta unicidad a tu mente con una claridad y una luminosidad tan intensas que por nada del mundo dejarías de aceptar lo que Dios quiere que tengas. Contempla tu voluntad, y acepta que es la Suya, y que todo Su Amor es tuyo. ¡Que todo honor se te rinda a ti a través del Espíritu Santo, y, a través de Él, a Dios! "T14.VII.7.1