No hay excepción: Todo lo que hacemos es para hallar el Amor. Comer, buscar reconocimiento, ganar dinero, querer placer – huir del dolor, mejorar por nosotros mismos, mejorar para los demás. Queremos ser aceptados por el amor. Pero en verdad eso que buscamos es un misterio: ¿Por qué sino buscaríamos ansiosos en los lugares más recónditos del mundo, en las formas más inverosímiles de nuestras relaciones? Todo no es por amor ciertamente. No matamos por amor, no nos defendemos por amor, no nos comparamos ni competimos por amor, no deseamos a alguien, ni tememos el rechazo, ni sufrimos la pérdida por amor, no nos manipulamos los unos a los otros por amor. Todo lo hacemos inconscientemente para hallar el amor, pero no todo lo que hacemos es amoroso.
Esta es la confusión original: Es imposible realizar el Amor por medios que no son amorosos. Causa y efecto nunca están separados. No te preocupes del Amor, ocúpate de amar.