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jueves, 8 de mayo de 2008

Al otro lado, respira.


Siempre mira en tu mente, más allá de las montañas.

Más allá del Cielo.

Más allá de tus propias palabras.

Más allá de tus ojos.

Y en ese océano en calma, contempla y respira

el Amor infinito y la Paz que surge de ti.