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miércoles, 25 de agosto de 2010

Lo único que tengo que hacer

Esto es lo único que tienes que hacer para que se te conceda la visión, la felicidad, la liberación del dolor y el escape del pecado. Di únicamente esto, pero dilo de todo corazón y sin reservas, pues en ello radica el poder de la salvación: 

Soy responsable de lo que veo. 
Elijo los sentimientos que experimento 
y decido el objetivo que quiero alcanzar. 
Y todo lo que parece sucederme yo mismo lo he pedido, 
y se me concede tal como lo pedí. 
No te engañes por más tiempo pensando que eres impotente ante lo que se te hace. 
Reconoce únicamente que estabas equivocado, y todos los efectos de tus errores 
desaparecerán.
Jesus en UCDM. Cap 21. II/2