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miércoles, 20 de agosto de 2008

Hay un Templo

Un templo no es en modo alguno una estructura. Su verdadera santidad reside en el altar interior en torno al cual se erige la estructura. Hacer hincapié en estructuras hermosas es señal de que se teme a la Expiación y de que no se está dispuesto a llegar al altar en sí. La auténtica belleza del templo no puede verse con los ojos físicos. La visión espiritual, por otra parte, al ser una visión perfecta, no puede ver la estructura en absoluto. Puede, no obstante, ver el altar con perfecta claridad.
Jesús, Un Curso de Milagros

... Lylian me lo recordó a través de Jesús