Cuando alguien quiere algo realmente, cuando uno tiene la motivación necesaria su voluntad lo encuentra. Entonces los recursos y el poder personal aparecen. Se manifiesta el Misterio. Cuando uno ya sabe lo que quiere (esto es algo tremendamente difícil) sabe que lo quiere realmente porque los obstáculos lo elevan, las resistencias lo fortalecen. Cuando uno sabe lo que quiere, no pierde el tiempo luchando contra los pensamientos que no desea. La mente se enfoca milagrosamente, los pensamientos inútiles de temor y duda se encaran sin ocultarse en el subconsciente por miedo a que tengan el poder de tentarnos y desviarnos de nuestros objetivos.
Cuando uno sabe lo que quiere, el esfuerzo llama a la energía para tener la fuerza, la lucha reclama el poder de la valentía, la mente convoca a la atención para enfocarse. La disciplina acude en pos de la motivación. Cuando alguien quiere algo, esto puede tener un mayor o menor precio, pero no cuesta nada porque uno ya no piensa en recompensas.
Cuando uno sabe lo que quiere, el esfuerzo llama a la energía para tener la fuerza, la lucha reclama el poder de la valentía, la mente convoca a la atención para enfocarse. La disciplina acude en pos de la motivación. Cuando alguien quiere algo, esto puede tener un mayor o menor precio, pero no cuesta nada porque uno ya no piensa en recompensas.
1 comentario:
Totalmente de acuerdo :)
Gracias por recordar.Besos
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