Mis Compañeros de Viaje, hicieron un circulo alrededor mío, como si quisieran defenderme de algo, mientras yo aún protestaba sobre mis ilusiones. Y en un instante, obraron un milagro. Vaya, ya estaba equivocado antes de darme cuenta: el escenario habia cambiado, antes que me diera cuenta que yo no...
Ahora podía pedirLe ayuda: ¿Por qué no evitas estas desilusiones en mi vida? Y el Espiritu me respondió, con una Voz muy queda, como si no quisiera ofenderme:
Yo no protejo las ilusiones:
Te Protejo de ellas
Te Protejo de ellas
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