Habia dos maestros sufís que habían atravesado el velo. Uno era Sibli y otra Rabiya.
Sibli enseñaba: "Llama y te abrirán. Pide y te darán", y Rabiya fue hacia él para decirle: "¿Por qué enseñas eso si no hay puerta alguna que atravesar ni nadie que te responda jamás como no seas tú mismo?". Sibli le contestó: Frente al absoluto tienes razón, pero nadie despertará a tu lado jamás si exiges que ya hayan comprendido. Y Sibli siguió enseñando: "golpea y te abrirán la puerta, eleva tus plegarias y serás escuchado..."
Ya no busco contrastar ideas, confrontación en el conocimiento. Si hubiera algun camino, no sería posible que hubiera otro diferente. He comprendido que Sibli y Rabiya son matrimonio. Y su boda la Creación. He sido acompañado a esta fiesta, y no he querido alimentarme de otro banquete.
La Enseñanza no es lo que importa, acaso si proviene de la Resolución misma, o si se dirige hacia la Resolución. Pero son una misma Vía que se recorre a la vez en los dos sentidos. Se distinguir eso, porque si ceso mi mente, las distinciones se acaban. He oido enseñar sobre los falsos dioses, y me ayudó a llegar al lugar del que vuelvo para decir que no hay nada que temer. La verdadera Enseñanza tiene un sólo propósito: deshacer los obstáculos al Amor y así, reconocer que nada real puede ser amenazado. Que nada irreal existe. Uno enseña que no hay nada que temer, Uno que hay sólo Amor: Son Rabiya y Sibli respirando al unísono. ¿como iban a inspirar sin es(x)pirar? Pero Yo Soy el aire que lo llena Todo
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