Despojo la margarita como el pensamiento, sin pétalos, la hermosa esencia sigue intacta y me muestra que somos Uno, en el perfecto Jardín.
Doy un paso atrás y permito que el Espíritu Santo vaya por delante ,se pose en mi corazón, en la mirada, abrace el cuerpo y sea quien dirija mis pasos.
A ti me entrego, mas solo quiero ver lo que El ve y amar tal como el lo hace.
Solo un si quiero. Y allí me uno a ti extendiéndonos en una haz de Luz que atraviesa la atmósfera del pensamiento limitante…No eres un cuerpo, eres libre.
Permito que la corrección ocurra, ver solo aquello en lo que el corazón cuidó desde su eterno nacimiento. Somos Uno.
Y mi humildad en que solo Dios esta en lo cierto, cuando no siento completamente feliz y en paz, estoy equivocada y no estoy permitiendo que me muestre. Así, abandonando todo y solo siendo dependiente de su visión y de la Luz, todo es claro. Puedo ver que soy uno con El y uno con todo.
No hay mundo, eres libre, eterno, tal cual Dios te creo.
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