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martes, 19 de abril de 2011

El casamiento

"Vive, alma, a expensas de tu servidor;
que aumenten sus fatigas tu tesoro;
y cambia horas de espuma por divinas.
Sé rica adentro en vez de serlo afuera.
Devora tú a la muerte y no la nutras,
pues si ella muere no podrás morir."

William Shakespeare


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sábado, 16 de abril de 2011

Manifiéstate


Tienes una función que desempeñar. No estás aquí para ti...


La vela no está allí para iluminarse a sí misma

Nawab Jan-Fishan Khan

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martes, 12 de abril de 2011

Estar presente

Si rechazas el pasado, no estarás presente.
Si deseas el futuro, no estarás presente.

Estar presente, es aceptar todo el tiempo con gratitud.



El secreto del éxito

El desarrollo de tu potencial total se despliega cuando dejas de competir contra los demás y contra ti mismo. Cuando dejas de hacer las cosas por algun motivo, con la intención de hallar beneficio. Cuando dejas de trabajar para ti. Cuando puedes decir sinceramente: ¡a la mierda mis intereses, que se jodan mis expectativas!






Los escogidos

Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos debería rezar: Todos son llamados, pero son pocos los que eligen escuchar. Por lo tanto, no eligen correctamente. Los "escogidos" son sencillamente los que eligen correctamente más pronto. 
Las mentes sanas pueden hacer esto ahora, y al hacerlo hallarán descanso para sus almas.

UCDM



Oportunidad de lugar y tiempo


Oportunidad de lugar y tiempo-SESHA from Sesha Vedanta Advaita on Vimeo.



lunes, 11 de abril de 2011

Sé tu propia autoridad

Seamos claros: ¡Ser tu propia autoridad no significa ser una autoridad para nadie más! Simplemente significa que no dejas que nadie sea una autoridad para ti. Todo el mundo es libre de elegir, incluyéndote a ti. Y todo el mundo es responsable de la elección que hace. Las cosas no podrían ser de otra manera.

Muchas personas intentan cruzar estas líneas claras de responsabilidad, pero eso sólo nubla su percepción de la realidad. No busquéis el castigo con glotonería. Honrad estas frases y os honraréis mutuamente.

En primer lugar, entiende que no estás responsabilizándote de ti mismo cuando:

1. Dejas que otra persona decida por ti, o

2. Decides por la otra persona.

Esto es codependencia. No es algo que te fortalezca ni que fortalezca al otro. Puede parecer que te da una ventaja temporal, pero el precio que pagas por esa ventaja es perder la libertad de elegir tu propia vida.

Es genial escuchar a otros y aprender de otros. Compartir íntimamente es esencial para tu crecimiento espiritual. Te ayuda a saber dónde estás y puedes usarlo para expandir tus percepciones. Pero los demás no saben lo que necesitas. Ni siquiera las personas con capacidades psíquicas y los intuitivos pueden decirte lo que necesitas saber. Es posible que te transmitan una información importante, o tal vez no. En cualquier caso, eres tú quien debe usar dicha información para encontrar tu paz.

Entiende que hay un límite a lo que otras personas te puedan decir que te resulte verdaderamente útil. Y esos límites también son aplicables a lo que tú puedas decir a los demás. La mayor ayuda que puedes dar o recibir de los demás son las palabras de ánimo. Cualquier otra cosa no suele servir de mucho.

Para ser tu propia autoridad, debes dejar atrás la idea de que hay respuestas fuera de ti. Debes dejar atrás el concepto de que hay algo que conseguir.

La autoridad viene directamente de la experiencia. Dice: “Honro mi vida. Acepto lo que es verdad para mí, aunque no sea verdad para otros”.

La autoridad interna es inconsistente con dar recetas a otros. En cuanto intentas hacer que otros encajen en tus valores y creencias, recortas el poder que esos mismos valores y creencias tienen en tu vida. En cuanto necesitas el acuerdo de otros para honrar tu propia vida, has perdido el contacto con tu autoridad interna.

Todo el mundo tiene el derecho y la responsabilidad de decir: “Esto es cierto para mí. Esto funciona para mí”. Esta autoafirmación es importante. Porque ninguna otra vida es exactamente como la mía. Las experiencias de cada individuo son únicas, y deben ser aceptadas como tales.

Cualquiera que trate de negar la integridad de mi experiencia, niega también su propia experiencia. Es imposible autoafirmarse negando a otros.

De modo que toda la energía que invierto en negar y juzgar a los demás, me aleja de mi guía interna y de mi verdad. No empiezo a saber lo que es verdad para mí hasta que honro la experiencia de otros.

Y esto también va en el otro sentido: no empiezo a oír mi propia verdad mientras haga más caso de la experiencia de otros que de mi propia experiencia. La autoridad viene de dentro y se detiene en la superficie de la piel.

Mi autoridad establece límites a mi deseo de elegir cuando ese deseo altera la libertad y la responsabilidad de otros para elegir por sí mismos. También me capacita para elegir por mí mismo cuando otros quieren elegir por mí.

Mi autoridad es consistente con tu autoridad, e igual a ella. Tú no puedes negar ni excederte en tu autoridad sin invitarme a hacer lo mismo. En este sentido, tu fidelidad a tu propia experiencia fomenta tanto tu inocencia como la mía.

Ahora, dicho esto, está claro que excedernos en nuestra autoridad o someternos a una autoridad externa forma parte de nuestro proceso de aprendizaje aquí. Es parte de nuestra danza conjunta.

Así, nuestra intención no debe ser la de acabar el baile, sino ser testigos de él. Ser testigo de esta danza hace que los movimientos se centren. Los hace más visibles. A medida que tomamos conciencia de nuestro exceso o falta de autoridad, la corrección se realiza de manera natural. Ser testigos nos ayuda a ver y aprender de nuestra propia conducta sin juzgarla.

El problema con la autoridad es uno de los problemas más profundos con los que vamos a tener que lidiar. No hay ni uno solo de nosotros que no se encumbre o que no se machaque hasta acabar a ras de suelo. No aprendemos sobre nuestra autoridad existencial hasta que no vemos la falsedad de nuestra autoridad basada en el ego. Una viene de la simple aceptación de nosotros mismos y de los demás. La otra viene de una profunda sensación de inadecuación que proyectamos en los demás.

Quienes tienen la ilusión de ser superiores a los demás, suelen abrigar sentimientos inconscientes de inferioridad. Y los que se refieren constantemente a la fuerza o a la sabiduría de otros, suelen abrigar sentimientos inconscientes de superioridad. Curiosamente, ni la persona que se presenta como superior ni la persona que se presenta como inferior, están dispuestas a quedarse solas con sus convicciones. De un modo u otro, ambas buscan el apoyo y el acuerdo de los demás.

Debemos despertar al hecho de que podemos ser demasiado fuertes o demasiado débiles para nuestro propio bien. A los que estudian el “I Ching” este concepto no les resultará extraño. Los que son demasiado fuertes atraen a los débiles, y así ellos mismos se debilitan. Y los que son demasiado débiles atraen a los fuertes, y se fortalecen gracias a ellos.

El fuerte y el débil usan al otro para alcanzar el equilibrio. Por desgracia, éste no es un proceso consciente, de modo que el intercambio no suele entenderse bien y tampoco se agradece.

En este punto de nuestra evolución colectiva parece importante que este proceso de llegar al equilibrio se haga de manera consciente. Por eso se están publicando tantos libros sobre el abuso y la codependencia. Estos intercambios, cuando se producen inconscientemente, dejan muchas heridas indescriptibles.

Hablar de nuestras heridas es saludable. Es nuestra manera de adueñarnos de nuestra experiencia y de responsabilizarnos de nuestra curación.

Todo este proceso tiene que ver con el RESPETO, respeto por nosotros mismos y respeto por los demás. “Respeto” viene de la palabra “specere”, que significa mirar, Re-spetar, por lo tanto, significa mirar atrás, volver a ver o ver de una manera diferente.

Se comprende que primero “veremos oscuramente a través del cristal, y después veremos con claridad”. Primero percibiremos mal, y después corregiremos nuestra percepción. Primero cometeremos errores y después aprenderemos. Primero nos excederemos el uno con el otro y después nos perdonaremos.

Éste es un proceso que se repite una y otra vez. Conseguimos el respeto por nosotros mismos y por los demás violando la ley de igualdad. La conciencia de nuestra violación es la que nos lleva hacia la igualdad.

De modo que cuando decimos: “Sé tu propia autoridad”, queremos decir: “Aprende a ser quien verdaderamente eres y aprende a ver a los demás como verdaderamente son”. Practica la igualdad. Aprende de la desigualdad. Acepta el proceso. Úsalo para alinearte y crecer.


Paul Ferrini
12 pasos del perdón

Ram Dass entrevista a Thicht Nhat Hanh


"El odio es como una flor que necesita ser irradiada por la luz del Sol..."



Yoga Supramental

La única creación para la que hay lugar aquí es la supramental, es decir el descenso de la Verdad divina sobre la tierra, no solamente a la mente y al vital, sino también hasta el cuerpo y la Materia. Nuestro objetivo no es eliminar todas las «limitaciones» que dificultan la expansión del ego, ni dejar libre curso y abrir un campo ilimitado a la ejecución de las ideas de la mente humana o de los deseos de la fuerza vital egocéntrica.

Ninguno de nosotros está aquí «para hacer lo que quiera» o para crear un mundo en el que finalmente podamos hacer lo que nos guste; estamos aquí para hacer lo que quiere el Divino y para crear un mundo en el que la Voluntad Divina podrá al fin manifestar su verdad sin que ésta sea en lo sucesivo deformada por la ignorancia humana, ni pervertida y desnaturalizada por el deseo vital. La obra que el sadhaka del Yoga supramental tiene que efectuar no es su trabajo personal al que puede poner sus propias condiciones, sino la obra divina que tiene que ejecutar de acuerdo con las condiciones establecidas por el Divino.

Nuestro Yoga no es por nosotros mismos, sino por el Divino. No es nuestra expresión personal lo que tenemos que buscar, la manifestación del ego individual liberado de toda limitación y de toda traba, sino la manifestación del Divino. De esta manifestación, nuestra propia liberación, nuestra perfección y nuestra plenitud espiritual serán un resultado y una parte, pero no en un sentido egoísta o por un fin personal o interesado. Esta liberación, esta perfección, esta plenitud, no deben tampoco ser perseguidas para nosotros mismos, sino para el Divino.

Sri Aurobindo




viernes, 8 de abril de 2011

Despertar a lo Eterno

Videntes del Camino

Una experiencia universal

 El progreso es la ilusión de vivir en el tiempo. El malentendido fundamental es creer que el viaje tiene un destino que es probable que alcancemos o no. Cuando, en realidad, nosotros mismos somos el  propio destino.El universo siempre será el resultado de nuestra experiencia del viajero que creemos ser: Esa variable identidad que depende del paisaje. El universo será nuestra única experiencia al comprender que el viaje, el viajero y el destino son uno.


"No eres una criatura humana en una aventura espiritual, 
sino un ser espiritual en una aventura humana". 
 Deepak Chopra


miércoles, 6 de abril de 2011

Un Curso de Amor


Pronto inauguraremos la web:




Si yo fuera tú

 Si yo fuese tú, me pasaría exactamente lo mismo. 
 Si su pasado fuera tu pasado.
Si su dolor fuera tu dolor.
Si su nivel de conciencia fuera
tu nivel de conciencia.
Pensarías y actuarías exactamente
como él o ella.
Esta comprensión trae,
perdón, compasión y paz.
Eckhart Tolle.

Prepárate para el amor

La mayor parte de la humanidad cree que el amor es algo mágico, que llega por ciencia infusa y desaparece por arte de magia. Que cuando se dan las condiciones y las circunstancias ideales el amor aparece espontáneamente, y cuando las circuntancias no son las adecuadas, el amor se desvanece, pues ya no hay nada que lo sustente. Pero el Amor no es el resultado de la magia, el Amor es el fruto de la voluntad de amar. Al amar se revela el amor latente en toda situación, en cualquier cualquier relación.
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El amor es inherente a la acción de amar, la voluntad de la Conciencia por extenderse. Sin embargo, la experiencia del amor sin el impulso milagroso, sin la acción de amar, aunque el amor mismo esté aqui presente, se nos pasará por alto. Casi todo el mundo sabe que es un impulso imparable propio de la naturaleza del Corazón que todos los seres humanos compartimos. Nuestro malentendido parte de otorgar a la causa del amor una fuente externa, ajena a la responsabilidad de crear nuestra propia experiencia amorosa. El amor - el sentimiento-, es fruto de amar - el verbo. Cuando negamos la responsabilidad de amar, preferimos hablar de amor, considerar la probabilidad de que llegue por algún tipo de suerte que no nos comprometa. Así evitamos amar debido al dolor del pasado y el resentimiento que genera recordar el fracaso de amar, pero la atracción sigue siendo tan poderosa que nos refugíamos en la imagen del amor. El romanticismo se convierte en un ídolo, esa sensación onírica de algo lejano e inasible, que les sucede sólo a aquellos que vien en circunstancias perfectas para que el amor perdure intacto, esa sensación tan parecida al miedo, que sólo nos ha sucedido temporalmente cuando estamos inyectados de endorfinas. Hacemos del amor una abstracción mental y retiramos el poder creativo y transformador de nuestra conciencia, apagando la voluntad por extendernos más allá de nuestros límites personales. Porque el amor es una experiencia de afecto abstracto por toda la creación, que se vive internamente en una relación específica, y que nos libera de la sensación limitante de nuestra identidad personal. El amor no se puede limitar a ninguna circunstancia, porque no tiene ningún atributo material o temporal.
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El amor encontrará los canales de comunicación que tú le abras, por escasos que sean o por tímidamente que lo hagas; sólo necesita tu permiso. La ley fundamental para hallar el amor, es amar. ¿Ya no se encuentra en tu relación de amistad o pareja? ¿Tu experiencia de amor ha quedado condicionada por un suceso? Entonces es momento de volver amar tu relación. Ahora. Ama y ama hasta sacarle brillo al otro. Porque amar es la acción del amor por hacer acto de presencia. Ya no podemos quejarnos porque no brillamos si alguien no nos ama, es el momento de ponerle enfásis al verbo, a la acción, y olvidar por un momento el pensamiento idílico que tenemos del amor. Respira y toma impulso para asumir responsabilidad por lo que sientes: tú no eres el efecto de tus emociones ni pensamientos.  Cuando amas de verdad, no te importa la forma que tome el amor, porque el amor es contenido informe, es la esencia luminaria que llena la inmensidad del espacio entre nosotros, la vacuidad fulgente interior de los átomos. El amor es invisible, tan sólo en sus frutos lo puedes reconocer. El amor es lo inmanifestado expresándose a través de ti. Es el Misterio en el que te fundes para volver a nacer en una nueva relación con lo desconocido. El amor no es lo que creemos, por eso tenemos que descubrirlo. Thoreau nos iluminó al decir: «¿Cómo podremos recordar nuestra ignorancia —según exige nuestro crecimiento—, si continuamente usamos nuestros conocimientos?». El amor nos pide que nos rindamos a su Conocimiento, porque no sabemos quienes somos.
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El amor se encuentra amando, tal como te encuentras tú... Los accesos extáticos al amor pueden suceder en cualquier situación que te hayas entregado a la imagen de lo amado, pero no pasarán de ser un bello momento de devoción, no tendrán fuerza en ti para echar raíces. Hay que proveerle un lugar seguro donde pueda germinar, una sola relación real bastará para propagar a través de ti el germen del amor. Una relación con la que te comprometas con la libertad, a través de una acción intransigente que no pueda ser vulnerada por nada que ninguno de los dos digáis o hagáis. Donde pases por alto el ego del otro, y no te culpes por los pensamientos del tuyo. ¿Qué importa lo que digáis si no lo ha dicho el amor? ¿Qué importa lo que hagas si no lo ha hecho tu voluntad de amar? No tiene ningún efecto real sobre ti... No cambia el amor que hay dentro de ti, eso de lo que estás hecho no se puede contaminar ni destruir.  No hace falta que busques el amor ni lo que significa, tan sólo encuentra los obstáculos y elimínalos diligentemente. Si el amor es real, si existe de verdad, estará allí esperándote para que lo reconozcas. Empieza a trabajar, sigamos trabajando juntos; fortalezcamos el corazón debilitado por las extrañas relaciones que tenemos entre nosotros. 
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Si estableces de antemano el propósito del amor más allá de cualquier percepción o prejuicio entonces no puedes fallar, porque te apoya la Realidad misma: el Universo se confabulará para que seas un mensajero de la verdad, un testigo de Su Amor.  Empieza por algo cercano y cotidiano, difícil, donde te veas empujado fácilmente por la reacción. El otro no tiene que saber siquiera que es objeto de tu transformación. ¿Qué puede haber más valioso que el fruto de este karma yoga? Si piensas:  Mmmm, seguro que entre nosotros no es posible el amor. ¡Entonces comienza por ahí! Creerás que estás sacrificando tu valioso tiempo, tu preciosa energía. El ego te dirá que no vale la pena. Pero no estás sacrificando nada, más que las ilusiones personales de lo que debe ser o no debe ser una relación. ¿Pero qué demonios sabemos tú y yo? Si lo supiéramos no lo estaríamos intentando tan torpemente. El amor es para guerreros. Porque el amor te va a sacudir como una tormenta en alta mar, aunque el fruto no puede ser nunca amargo. Es siempre alguna forma de paz. Por eso, el amor, es sólo para aquellos que quieren superar la guerra contra sí mismos.  Prepárate para el amor, amando. 
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“Pero a vosotros que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian; bendecid a los que os maldicen y rogad por los que os calumnian. Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tendréis?, pues también los pecadores aman a quienes les aman. Y si hacéis el bien a quienes os hacen el bien, ¿qué mérito tendréis? Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada por ello; y será grande vuestra recompensa, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los ingratos y con los malos.”  Jesús.


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Adentro sólo hay uno

El viaje externo tiene millones de caminos.


El viaje interno un sólo sendero.


domingo, 3 de abril de 2011

La relación Santa

Lo fundamental del Curso como filosofía, sería el Perdón, la expiación, pero la relación santa es la espina dorsal como método de trabajo. Es donde realmente podemos trabajar los principios que indica el curso.
Una relación santa no esta supeditada a la forma que tenga, eso puede cambiar, no importa que sea nuestro padre, nuestra pareja, un compañero.... Se realiza con una persona que elegimos, una persona que realmente nos importa. Lo más importante que podemos hacer aquí es dar honor a los otros, a nuestras relaciones, a nuestros padres, a nuestros hijos, la familia es Sagrada.
Tenemos que entregar esa relación en nuestra vida deliberadamente. "Esta relación te la entrego Padre " y que su único propósito sea para el beneficio de los tuyos.
Y no vale que sea contigo mismo, ha de ser con el que aparentemente es otro. Finalmente esa persona es tú mismo, es tu espejo. La mayor parte de las veces no podrás ver al otro con los ojos de Cristo, especialmente cuando está en su ego o te está atacando, entonces lo único que quieres es salir corriendo, atacar o esperar para atacar mas tarde.
La relación santa se hace en un momento de cordura, en un momento en el que estas conectado con Dios en el que te das cuenta que lo único que tiene sentido es tu relación con Dios, lo que es de dios, lo que es divino. Cuando alguien nos ataca nos vemos dominados por nuestra ira, por nuestra rabia.

Es un convenio, una promesa que haces con el espíritu, no con la persona. Entregamos una RELACION. No importa si tu pareja está o no en esto, es tu compromiso con el espíritu. Sería mejor que ambos se comprometieran en una relación santa porque así los dos reman en la misma dirección, pero no es necesario, solo se requiere uno que diga al Padre: "Voy a amar a este hermano como tu quieres que yo ame".
Y el único amor que es real aquí es el amor de Dios y nosotros tenemos que hablar como ama Dios. Nuestra palabra no vale mucho, damos nuestra palabra y al día siguiente la cambiamos Sin embargo nuestra esencia es puramente íntegra y esa compromiso con Dios, lo vamos a cumplir.

Finalmente lo que aprendemos con esa relación santa lo trasladamos a todas nuestras relaciones. Llegara un momento en el que lo único que nos satisface es tener una relación santa.
El propósito de la Relación santa es que retomemos la manera en que nuestro padre quiere que nos relacionemos los unos con los otros.

El curso menciona la relación santa desde el capitulo 17 hasta el 22.

Es grandioso el amor que podemos tocar en esta vida, debemos mantenerlo y conservarlo. Cuando se toca este amor, es como un recién nacido que debemos proteger, porque el hábito, la condición del mundo es tan densa!
Y debemos saber que se puede llegar y que podemos tocar a otros con este amor, perdonarlo todo. No vale la pena mantener nada que nos haya herido. Las personas que nos hirieron sentían tanto dolor como nosotros cuando nos hieren. Recordemos que el que ataca, aquel que ha perdido la razón, es el que mas amor necesita.

ENTREGARLO

El Espíritu Santo nos va a limpiar de todo lo que nos duele, esa es su función, la nuestra, es entregárselo todo. Atrevernos a mirar dentro nuestro y entregárselo todo. Nada que hayamos podido hacer puede cambiar la valía que tenemos ante Dios, ningún error.
No atacamos nada, no atacamos a nadie.
Este es un replanteamiento en el que te entregas con el Padre. Dios nos está pidiendo que sigamos perdonando y que lo hagamos porque sí.

NO JUZGAR

La relación santa es un compromiso a perdonar absolutamente, es un convenio que hacemos con el Espíritu Santo con respecto a una persona en tu vida. Es el compromiso de ver al "Cristo" en esta persona. Es en esa relación que entregas al espíritu, donde te comprometes a no juzgar a ese ser, donde vas a poner en practica la propuesta del Curso : "Ver más allá del error de tu hermano, pasar por alto". Te comprometes a no levantar falsos testimonios de tu hermano. Cada vez que renuncias a tu juicio y no dejas que el ego diga cómo tienes que ver a tu hermano, puedes comprobar por ti mismo el estado de felicidad que esto trae. El curso dice que no creas en nada, que lo apliques. Es la experiencia que vas a tener la que te va a convencer de la veracidad de estas palabras.

La Relación Santa nos trae de vuelta a la conciencia de lo que ya somos. Somos un solo ser, cuando nos damos cuenta de esto, ya no deseamos causar más dolor. Porque si somos uno, si tu eres yo ¿a quien estoy causando dolor?

CON QUIEN

La persona elegida para hacer esta propuesta con el espíritu es aquella "con quien estés". Comienzas con esa persona que te vino a la mente. Probablemente tú ya lo sabes.
Esta relación va a servir para procesar todo lo que tienes en contra de todo el mundo. Simplemente trabajando con una relación y entregándosela al Padre con todo tu corazón para que sirva solo para sus propósitos. Te comprometes con el Padre a no juzgar o condenar a este ser. Llevar a cabo esto en el estado que estamos en el mundo, supone cierto esfuerzo por nuestra parte. Pero tenemos la fuerza para hacerlo.

Debemos ver nuestras relaciones en grande, evitando engancharnos en pequeños detalles que no soportamos del otro, aquí el único perfecto es el Espíritu Santo. Todos nosotros tenemos fallos, no aspiremos a ser perfectos sino a dar el mejor amor que podamos dar. Pasemos por alto. Soltemos esto, veamos lo bueno de la otra persona. El camino de Dios es sencillo, nos iluminamos por lo sencillo. Mi Padre quiere que todos encontremos el camino de vuelta. No nos podemos imaginar sus ansias por ver a su Hijo de vuelta. Podemos con nuestros actos hacerlo feliz, complacerlo, vivir para complacer al Padre. Y esto lo vamos a llevar a cabo con una Relación Santa. Sería estupendo que todas las parejas se comprometieran en Relaciones Santas, amarse, eso es lo mas grande. Amar es una elección. Amando elegimos ver en el otro solo lo bueno, seguir amando. No podemos ni imaginarnos la dicha que aporta una relación santa. Es lo que todos anhelamos, lo que realmente queremos es la unión. Lo mas terrible es la condición de estar separados. Es parte del error original que nos separamos de Dios. Nunca podemos separarnos de nuestra fuente, sin embargo el HIJO pensó que se sintió separado de Dios y en ese momento se sintió separado de todo.
El otro entonces, se convirtió en otro. Vemos el dolor del otro, el problema del otro, pero es nuestro propio problema. Así que estamos llenos de soledad y vamos a romper esta soledad.
Porque finalmente la relación principal en la vida es la relación con tu creador, pero la única manera en que la realidad de esa relación con Dios se vuelve manifiesta, es a través de tu relación con tu hermano. A Dios se le habla aquí o sino no tiene sentido.

Los compromisos tienen que ser totales, para siempre, porque tu eres para siempre.

Y no dejar a esta persona sola en su sufrimiento, en el dolor.
Solo existen dos emociones el amor y el miedo. Si ves a tu relación santa que no esta en el amor, recuerda que está en el miedo. Cuando el otro está en el ego tienes el compromiso de ver su realidad, aun cuando él no la está viendo, míralo con los ojos de Cristo. Y esto nos puede tomar una vida entera. Pero es nuestra salvación porque es algo que siempre te lleva al amor. Cuando hacemos este compromiso con el Espíritu Santo (no con la persona), esto se convierte en tu camino. Y más tarde aplicarás todo lo que has aprendido con tu relación santa al resto de la humanidad y todas serán relaciones Santas.

Puedes ver que un hermano está haciendo algo que no es de Dios, debes recordar que es un ser que está confundido con ilusiones. Bendícelo, entrégaselo a Dios para que vea con sus ojos, puedes orar por él. Cuando oras por alguien, lo amas. Cuando oras por otro ser, tu corazón se abre.


Lo único que espíritu santo quiere es que desees ir en dirección a Dios, eso es todo lo que nos pide. Que tu desees hacer lo bonito, lo noble, lo que enaltece.


La Relación santa no compite con ninguna otra relación. La relación que pueda tener contigo es total y completa y no compite con la relación que yo pueda tener con ella.
Al final de cuentas vas a ser impecable solo por el gozo que te da serlo. Y es entre tú y Dios porque haces las cosas con total impecabilidad. Desarrollas una relación tan personal con el espíritu que sabes que él está contigo sosteniéndote en pasar por alto el error de tu hermano, en entregar pensamientos negativos contra alguien, a pesar de toda la resistencia que este oponiendo tu ego para que no le bendigas, para que no perdones.


RELACIONES ESPECIALES

Cuando le entregamos una relación al Espíritu Santo nos comprometemos a que esta relación sirva solo para los propósitos de Dios.
Y sin embargo la vida nos trae situaciones que tenemos que hacer algo que cause dolor a otra persona. Cuando te comprometes en una relación santa puede que surjan situaciones difíciles. Sucede a veces que incluso relaciones estables que entregamos a Dios para que sigan su propósito, se puedan romper porque se tambalea el propósito original que las trajo.
Muchas veces entramos en relaciones que sirven únicamente a nuestros propósitos, siempre el yo. Todas las relaciones que tenemos aquí son especiales, especiales en el sentido del curso. Las relaciones especiales son las que tenemos normalmente, desde nuestro ego, desde nuestro ser inconsciente. Creamos una imagen de nosotros que no tiene que ver con nuestra verdad, así es como vamos por la vida.
Y este falso yo busca relaciones con las que poder sanar su amor propio herido, el dolor, lo que nos faltó, buscamos vengarnos en las relaciones especiales, llenar con ellas nuestras carencias. Buscamos relaciones desde el nivel del ego, que ciertamente son muy difíciles.

La relación santa va contrarrestar el empeño del ego de encontrar relaciones que le realcen a si mismo. Creamos ídolos y cuando ya no los adoramos suficientemente vamos a buscar otro. Buscamos halago y cuando no lo hacen los dejamos. Así, a lo largo de nuestra búsqueda, vamos creando cadenas de relaciones. Pero no estamos dando. Decimos que estamos buscando el amor y sin embargo es lo ultimo que estamos buscando. El amor que buscamos como ego nunca lo vamos a encontrar.

Al principio, cuando dos personas se atraen, se unen, se enamoran, la relación es real, pero es mas tarde que el ego utiliza esa relación y así es como la dañamos, dejándonos seducir por las demandas del ego. Pero ese amor que hubo al principio es real. Este es un motivo para que batallemos en el sentido de que vamos a mantener este amor vivo.

Vamos a trascender el orgullo, dejarlo de lado, que te hizo esto, que no te dio un regalo.... El ego va a hacer lo posible para evitar que estas dos personas lleguen a amarse completamente.
El ego es depredador en su naturaleza, no desea el bien a nadie, solo se ocupa de su pellejo, de si mismo, es la infelicidad. La relación santa es la esperanza, voy a amar como dios quiere que ame, no voy a dejar a mi hermano en su dolor incluso cuando su miedo se proyecta sobre mí. Ahí debes mantenerte y demostrarle que no puede hacerte daño, no en el sentido del ego, sino que vea que tu le amas a pesar de su ataque. No ceder ante el ataque, mantenerse firme, invertir con Dios porque lo único que te mantiene es tu compromiso con Dios. Si no, caeremos enseguida y al primer ataque se nos olvidan todos nuestros compromisos.

El secreto fundamental del curso es tomar la actitud: "HACER FELIZ". Te comprometes a hacer feliz a ese ser, esto no significa que violes tu integridad, tu ética, tu moral. Esta relación santa te puede pedir algo que sabes que te va a dar culpa, no le abandones, dile que no a la idea, pero no a él. Si tu das la espalda a tu hermano, no podrás evitar pensar que Dios te va a dar la espalda a ti, no se puede evitar. Dios sigue siendo en nuestra mente un concepto y va a ser tal y como tu eres con tu hermano. Si eres compasivo vas a saber que Dios es compasivo contigo. Por eso en el Curso todo el enfoque es con el otro, que seas compasivo con el otro, hacer feliz al otro. Eso es lo mas grande.

En este camino vas a desarrollar una moral que nace de entender, del amor de dios que te inspira, te vas a comportar de una manera tan moral, no en el sentido que impone la sociedad, sino una ética personal que te nace de adentro. Nunca hagas a otra persona lo que no quieras que te hagan a ti. Es la regla de oro. Si la mantienes nada te quitará tu paz. Si haces algo que no está bien, te llenas de culpa, pierdes tu paz. Tenemos que reclamarnos, clamar que somos los santos hijos de dios.



DE DOS EN DOS

Aun continúan vigentes y continuarán siempre, las palabras de Jesús: "Amaos los unos a los otros".
La relación Santa es el camino del curso, es el logro. Porque a Dios se va de dos en dos, no podemos llegar solos. No podemos llegar a Dios a menos que hayamos logrado amar a otro ser, haberlo perdonado completamente. Así se puede entrar en el reino de los cielos.
Dice el Curso que el Espíritu Santo es la "intención" del Padre, es nuestra conexión con lo divino en nosotros mismos.
En la relación santa lo que va a levantar el ultimo velo es atrevernos a mirar a Dios. Pero tenemos miedo, nos sentimos culpables de acercarnos a Dios. NO PODEMOS LLEGAR SOLOS porque la condición de "solo" es la condición de la separación.
Cuando llegamos a amar a un ser completamente, cuando hallamos llegado a perdonarlo completamente, es cuando se levanta el ultimo velo. Atreverse a mirar a Dios de frente.
En soledad podemos tocar momentos preciosos y bellos, pero solo habiendo amado, habiendo visto al otro ser como a ti mismo. Porque tu mente rompe en ese acto el concepto de la separación, entonces te vuelves hacia Dios. Esto no es mental, es una experiencia, pura realidad.
Es apostar a que dos personas lleguen amarse, realmente perdonarse, trascender todo lo que el ego ha montado para mantener la separación. La unión no se alcanza a través del cuerpo, es a través de la entrega de nuestra totalidad. En esa unión de dos seres está la semilla del fin de la muerte. Jesús resucitó y probó que la muerte no es real porque la vida no puede morir. El Curso dice que la muerte es la consecuencia del pecado.
Lo que Jesús logró, lo logró para nosotros La causa de esto es que todos tenemos una mente común.
Una relación santa implica dos seres que trascendieron su yoismo y vieron el nosotros mismos, el uno, rompiendo el concepto de separación.
La relación santa es el camino mas rápido a Dios donde vas a poder trabajar el perdón. Lo que Dios a unido nadie lo puede separar. Cuando tu has entregado al Padre tu relación, eso es para siempre.
Lo que sucede es que ya estamos relacionados, la relación santa trae a relucir la verdadera unión que ya tenemos.

DEL LADO DE DIOS

Nosotros tenemos responsabilidad en lo que esta pasando en el mundo. Cada vez que castigas a alguien porque te hizo algo, estas apoyando todas las barbaridades que se hacen, sigues sosteniendo el pensamiento que da lugar al castigo, al ataque. En un momento tienes que ponerte del lado de Dios decididamente. Parte de la función del curso es ayudarnos a tomar la misma decisión que Jesús tomó, escuchar una sola voz, la voz de Dios. El siempre te va a decir que tu hermano es inocente, siempre te dirá AMALO.
La voz del espíritu es apremiante, si la sientes vas a actuar, siempre te va instar a que perdones, a que veas mas allá de su error, a que no seas testigo de su ego.
Lo mas importante para la relación santa es la fe. Tienes que tener fe en tu hermano independientemente de lo que haga o haya hecho. Si estás firme con tu compromiso con Dios, vas a sostener la fe en tu hermano. Tu compromiso vale, se cuidadoso con tu palabra y si tienes que cambiar algo, pídele permiso a la otra persona y si no está conforme, debes mantener tu palabra. Siempre puedes renegociar pero si el otro dice no, consérvala. Así vas a aprender a ser muy cuidadoso, ser genuino contigo mismo en el sentido de ser responsable y decir sí cuando debes hacerlo e incluso aprender a decir no cuando es necesario. 


sábado, 2 de abril de 2011

El inconsciente nos delata


La mayor parte de nuestra experiencia está condicionada por algo que desconocemos. Un mundo sumergido en nuestra propia mente, con innumerables procesos psicológicos casi imposibles de controlar. Nuestra personalidad tiene marcas indelebles que se han generado en el pasado, debido a improntas en nuestra infancia, o incluso en momentos más recientes pero que seguramente, nos han pasado desapercibidos. No hace falta hablar de traumas para reconocer que nuestros recursos emocionales están profundamente dañados por el mundo tan extraño y hostil que hemos creado, y la forma en que nos tratamos los unos a los otros.
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Reaccionamos la mayor parte del tiempo. Filtramos los estímulos de nuestra interacción con todo e interpretamos de un modo automático, qué es lo atractivo y qué es lo que hay rechazar. Quien nos ataca y cómo debemos defendernos. Nuestro sistema de pensamiento es una amalgama indistinguible, entre ideales aparentemente escogidos de forma voluntaria y creencias arraigadas en el subconsciente. En nuestro fuero interno se libra una batalla entre la oscuridad y la luz, la más antigua de las batallas. Un anhelo trascendente nos impulsa, un deseo visceral nos retiene. Sin embargo, en ciertos instantes nos elevamos por encima del campo de batalla, y descubrimos que todo lo que percibimos es una mera proyección. ¿Cómo ha sucedido esa sensación de unidad? ¿Podemos hacer algo consciente para realizarla?
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Podemos tender un puente hacia el inconsciente, con cierta facilidad, si aceptamos que tememos y rechazamos lo que desconocemos. Pero lo que desconocemos somos nosotros mismos. Proyectamos el inconsciente hacia el exterior, ¡y después nos negamos a aceptar que ocultamos pensamientos y emociones!  La negación es el arma más eficaz de la mente dividida, la mantiene en un estado de incomprensión y confusión constantes: oculta tras un velo imaginario, el amor permanente que subyace en cada experiencia de relación. Desconocemos al otro, al negar que él esté expresando nuestro inconsciente. Por eso el otro es tu hermano, no por ninguna cuestión emotiva o afectiva, sino porque os unís en la misma conciencia y quedáis virtualmente separados, en el mismo inconsciente.  La proyección es el juicio que hacemos contra  cualquiera, sea un asesino o un amigo, y en el que imposibilitamos la liberación de nuestros pensamientos inconscientes, de la sanación de nuestra mente. Al no reconocer que nuestra experiencia parte, exclusivamente, de la interpretación de las demás personas según la imagen que tenemos de nosotros mismos, confirmamos la separación (de la conciencia del inconsciente). La percepción que es un reflejo, no un hecho, proyecta tanto lo que deseamos como lo que rechazamos en los demás, por lo que, con un mínimo de honestidad, es relativamente fácil reconocer en cada relación esa contradictoria batalla entre las dos caras de la mente.  
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Yo me he escondido en ti, tú no sabes que estoy adentro tuyo, por la misma falta de atención. ¡Hacerme responsable por mi experiencia de ti es todo lo que necesito para que mi inconsciente quede revelado! Atención y Responsabilidad. La atención es la conciencia alumbrando todo lo que mira, la responsabilidad el impulso del amor por fundirse con todo lo que toca. Si yo pongo la mirada del amor sobre ti, mi inconsciente ya no tiene un lugar donde esconderse.

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