Páginas

jueves, 4 de junio de 2009

sólo quiero tu Presencia

Yo, personalmente, necesitaba escribir. No porque tuviera cosas que decir o enseñar, sino porque necesita extenderme, expresar mi amor a la vez que negaba el mundo. No decirselo a nadie para que se lo tomara personalmente, y me tomara por un hombre. Y sobretodo, dejar de contenerlo todo en mi mente, evitar el peligro de explotar a solas, y después no poder reunirme contigo. Decirles sólo a los que son de un mismo sentir lo que siento. Sé que no hay que hacer nada concreto para lograr lo Absoluto, pero mientras soy consciente de mi cuerpo, necesitaba imprimirlo sobre él, indeleble.
Lo llaman tener una función, pero yo quiero que la función acabe. No tengo aún paciencia infinita para obtener resultados inmediatos.
Esta idea de amar no me deja dormir para descansar ni comer para alimentarme: sólo quiero tu Presencia. Me agoto, me vacío, lo lloro todo... es una situación imposible: las personas me parecen tan limitadas como la forma de relacionarse con ellas. Minúsculas, se me escapan entre los dedos, se esconden en los poros. No quieren. Siquiera quieren querer. Y yo, aún consciente de cada entidad, detesto su identidad. Es una situación imposible, no puedo hacer nada. Del todo imposible: si logro amarte en una forma, apareces en todas, y cuando te amo de todas las formas desapareces. Y aquí me siento, y me lo escribo para comprenderlo, y por no tener una voz propia, y ser todo eco para mi, no te oigo por más que escuche... Mis ojos están cansados de no ver nada.


3 comentarios:

Soledad dijo...

San Agustín: El premio de la paciencia es la paciencia.

Un amigo mío: La paciencia es la ciencia de la paz.

Un abrazo.

ernesto oso dijo...

Chico!!!...es que no descansas nunca???...tomatelo con calma...ya sabes la teoría...cuando no esperes nada lo tendrás todo...
cuidate!!!

Fata Morgana dijo...

Pero, ¿qué dices?
...
ÓYETE!
ÉL está ahí, en ti. Te sientes pequeñito, ¿y qué? Nuestra función aquí es hacer grandes a los otros, tú me lo has enseñado. Así que ÓYETE, y sé grande en mí.

Namasté :)