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domingo, 17 de mayo de 2009

Me he separado (respuesta a e-mail)

Sí, me he separado de Dios. Si, ya sé que hace poco decía que era feliz con Él. Pero las cosas cambian (gracias a Dios?).

No es culpa de nadie, Él es como es y yo como soy. Me sentía tan, no sé, rodeada constantemente por Él. Cuando estabámos juntos yo no podía hacer nada: se me adentraba por los poros, o quizá se me salia desde los tuétanos, pero la cuestión es que el cuerpo me quedaba inservible. Yo creo que era muy celoso, y me tomaba entera pa que no pudiera sentir nada ni a nadie más; aunque dan igual los motivos, la cuestión es que así una no puede ser libre ni realizarse. Y no es que no me sintiera plena, pero es que tenía ganas de más experiencias. Mari (mi suegra): ahora no me vengas con esas de que si ya era Feliz pa qué iba a querer más. Sinceramente, no soporto a las personas que están bajo la voluntad de otro ser. Hay muchas más cosas en la vida, que contemplar y regocijarse con la contemplación, y dale que te pego con esa catatónica felicidad. ¿Pero cómo alguien puede estar toda la vida sin hacer nada? Eso no puede ser bueno; de hecho mis amigas me han dicho que estaba demasiado ensimismada, y que ahora, me ven así como más yo misma, que hago lo que quiero, vaya.

Y no es que no vaya a seguir siendo amiga de Él, porque ya se sabe, si la amistad es verdadera, es para siempre. Podemos quedar alguna vez... aunque es extraño, cuanto más tiempo pasa, menos me acuerdo de Él; cosas que pasan. Y quien sabe, quizá con el tiempo, Él tambien haya cambiado y volvamos juntos, pero no quiero darle expectativas...

Adios. Gracias por preocuparte. Que te vaya bien con tu familia.
Nos vemos el domingo en misa.

maría jesús

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