Maharaj: ¿Qué problemas puede haber que no los haya creado la mente? La vida y la muerte no crean problemas; los dolores y los placeres vienen y van, experimentados y olvidados. Es la memoria y la anticipación lo que crea problemas de logro o de elusión, coloreados por el agrado y el desagrado. La verdad y el amor son la naturaleza real del hombre y la mente y el corazón son los medios de su expresión.
Interlocutor : ¿Cómo poner la mente bajo control? ¿Y el corazón, que no sabe lo que quiere?
Mah: Ellos no pueden trabajar en la obscuridad. Necesitan la luz de la presenciación pura para funcionar correctamente. Todo esfuerzo para controlarlos solo los someterá a los dictados de la memoria. La memoria es un buen siervo, pero un mal señor. Impide efectivamente el descubrimiento. No hay ningún lugar para el esfuerzo en la realidad. Es la egoismidad, debida a la identificación de sí mismo con el cuerpo, la que constituye el principal problema y la causa de todos los demás problemas. Y la egoismidad no puede ser eliminada por el esfuerzo, sino solo por una clara visión de sus causas y efectos. El esfuerzo es un signo de conflicto entre deseos incompatibles. Deben ser vistos como tales —solo entonces se disuelven.
Int: ¿Y qué queda?
Mah: Eso que no puede cambiar, queda. Queda la gran paz, el profundo silencio, la belleza oculta de la realidad. Aunque no puede ser transmitido con palabras, está esperando a que usted lo experimente por usted mismo.
Int: ¿No debe uno ser apto y merecedor de la realización? Nuestra naturaleza es completamente animal. A menos de que sea conquistada, ¿cómo podemos esperar que la realidad amanezca?
Mah: Deje al animal en paz. Déjelo estar. Solo recuerde que usted es. Use cada incidente del día para acordarse de que sin usted como presenciador no habría ni animal ni Dios. Comprenda que usted es ambos, la esencia y la substancia de todo lo que hay, y permanezca firme en su comprensión.
Int: ¿Es suficiente la comprensión? ¿No necesito más pruebas tangibles?
Mah: Es su comprensión la que decidirá sobre la validez de las pruebas. ¿Pero qué prueba más tangible necesita usted que su propia existencia? Dondequiera que usted vaya usted se encuentra a usted mismo. Por lejos que usted vaya en el tiempo, usted está allí.
Int: Obviamente, yo no soy omnipenetrante ni eterno. Yo soy solo aquí y ahora.
Mah: Muy bien. El «aquí» es por todas partes y el ahora —siempre. Vaya más allá de la idea de «yo soy el cuerpo» y encontrará que el espacio y el tiempo están en usted y no usted en el espacio y el tiempo. Una vez que usted ha comprendido esto, el principal obstáculo a la realización está eliminado.
Int: ¿Qué es la realización que es más allá de la comprensión?
Mah: Imagine una espesa jungla llena de tigres y usted en una robusta jaula de hierro. Sabiendo que usted está bien protegido por la jaula, usted observará a los tigres sin miedo. Seguidamente usted encuentra a los tigres en la jaula y a usted mismo rondando por la jungla. Finalmente —¡la jaula desaparece y usted cabalga sobre los tigres!
... Int: ¿Pero finalmente hay un mundo, o no hay ninguno?
Mah: Lo que usted ve no es nada sino usted mismo. Llámelo como usted quiera, ello no cambia el hecho. A través de la película del destino su propia luz pinta imá-genes en la pantalla. Usted es el espectador, la luz, la imagen y la pantalla. Inclusive la película del destino es auto-elegida y auto-impuesta. El espíritu es un atleta y goza venciendo obstáculos. Cuanto más difícil es la tarea tanto más profunda y más amplia es su realización de sí mismo.
2 comentarios:
Me vienes en un momento que ni pintado (¿casualidad?) Precisamente llevo un tiempo introduciéndome en el Vedanta Advaita.
Permíteme que enlace tu blog al mío, así te tendré cerca.
Un abrazo y gracias.
Menuda responsabilidad...
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