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martes, 21 de abril de 2009

el que Observa

Cuando observamos nuestro cambiante flujo de imágenes mentales podemos vernos absorvidos por Aquel que observa. En esta llamada Visión Transparente, no existe un punto de vista, sino más bien un estado ajeno al juicio. Hay una visión indescriptible y las cosas son tal como son. Pero apenas interviene la mente y dice "creo que las cosas son así", esta visión se pierde, la realidad se polariza y el opuesto a lo expresado aparece simultáneamente. Cuando trascendemos nuestros sentidos, podemos ver que toda la manifestación, tanto en su polo positivo como en el negativo, surge de esta Fuente, de esta Conciencia...
Pero repitámoslo: hay una trampa escondida en todo esto. Consiste en pensar "yo soy la Conciencia" y seguir actuando desde el ego. Consiste en intentar entender esta transparencia mediante el conocimiento conceptual. Intentamos resolver este problema usando el pensamiento, pero este "ver" no es cuestión de pensamiento. Nuestra verdadera naturaleza no es un objeto, no es algo que pueda ser percibido con los cinco sentidos ni tampoco mediante poderes paranormales... Justamente lo que nos impide ver esta transparencia es nuestro deseo de verla como un objeto o una sensación. Si estamos buscando una experiencia cumbre o una vivencia que nos convierta en alguien especial, estamos buscando en la dirección equivocada. Tenemos que buscar en dirección al nóumeno y no a los fenómenos.

Jan Kersschot.

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