la Alianza permanente

Puedes comprehender al Espiritu

pensando o actuando.

Comúnmente las personas creen que lo que se les da mejor es lo que tiene en ellos más valor. Sin embargo, date cuenta que si lo has convertido en una rutina es por mera comodidad, no porque sea realmente fructífero.
Observa esto: si cuando piensas después no actúas en consecuencia, o cuando actúas después no piensas consecuentemente, es porque temes que el Espíritu te acorrale y se te revele con el peso de todo su esplendor. Cuando enlazas el pensamiento y la acción, no dejas escapatoria a tu mente, y el descenso del Espíritu te rodea en una emboscada, y te obliga a llegar al umbral sin retorno, sellando tu Alianza permanente con lo Abstracto.
A partir de entonces no importa lo que hagas ni cómo lo hagas, porque tu mente está fijada en un nuevo potencial perceptivo que actúa y piensa a la vez.