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martes, 17 de febrero de 2009

Turista!

La espiritualidad no deja de ser un viaje de vacaciones, o una acumulación de experiencias psicodélicas para muchos. No es sino cuando te cansas de viajar a lugares alucinantes y tener experiencias fantásticas (de miedo o placenteras) que consideras volver a la "realidad" de tu mundo diario, o huyes de todas tus ideas como el que le persigue el diablo. No como una reacción a tus propios errores, sino como una voluntaria renuncia a lo inútil de la conciencia. Aquí comienza la madurez. Muchos son los llamados, pero pocos los que responden.

Finalmente, al estar agotados de ser turistas de la conciencia, la conciencia deja de tener interés en lo externo (y de ser interesante). Así los aburridos se quedan de nuevo dormidos, los desinteresados, despiertan.



ser turista es una profesión bien remunerada...

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