Cuando tu intención es permanecer en la Luz, Dios retira el velo, para que veas realmente el paisaje que por un momento creíste real. Este se disuelve y lo único que sientes es Paz y agradecimiento. Ríes, lloras...un torbellino de pensamientos, memorias son reconciliados en ti. Renaces al presente, donde se convierte en el Altar Divino.
Todo es destilado a un solo pensamiento de Amor. Solo el reflejo de Dios te es devuelto, allí todo encuentro es delicadamente perfecto y abarcador.
Aprendes a no volver a ponértelo y aceptar tal cual Dios ve las cosas. Descubrir la sencillez, el perdón, la libertad, la certeza, el servir, rendirte. Accedes al medio natural, donde la mente asciende a la Fuente y alli ser el puente donde se abren las Puertas a la Eternidad.
Un hondo agradecimiento...a ti.
Maestro
guía
hermano
ecos de la Voz de Dios.
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