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miércoles, 25 de marzo de 2009

Lo sabes todo

Mente Despierta: Lo sabes todo.
Mente Humana: ¡Qué insensatez! Hay un montón de cosas que no sé.
MD: ¿Cuáles?
MH: No lo sé
MD: ¿Qué?
MH: Ya te dije. No lo sé
MD: ¿No sabes qué?
MH: ¡Qué sé yo, no lo sé!
MD: ¿Qué es lo que no sabes?
MH: Ya te lo dije, no lo sé.
MD: ¿Sabes lo que sabes?
MH: Por supuesto.
MD: Entonces tiene que ser que sabes lo que no sabes.
MH: No, no lo sé
MD: ¿Que quieres decir?
MH: No sé que es lo que no sé, pero si sé que no lo sé
MD(en voz baja): Me dijeron que ésta sería una misión muy difícil, pero esto es ridículo.
MH: ¿Qué dijiste?
MD: No, nada, no importa, intentémoslo de nuevo.
MD: ¿Estás listo?
MH: Pruébame y veremos.
MD: Lo que no conoces no es
MH: ¿Qué quieres decir?
MD: Te digo que todo lo que puedas pensar es todo lo que hay.
MH: (silencio) ¿Me estás diciendo que aquello en lo que no puedo pensar no existe?
MD: Ahora si lo estas pillando.


Una identidad auto-construida encuentra muy difícil asimilar que la
determinación de la idea de “no saber” o de carencia de conocimiento es una decisión.

La decisión de “saber” algo requiere exactamente el mismo proceso de pensamiento que la de “no saber”.
En el proceso del raciocinio para llegar a la verdad, o sea, la práctica de llegar a la plenitud, la admonición “conócete a ti mismo” en verdad no es más precisa que la de “no te conozcas a ti mismo”.
Estás posado en el extremo de tu propia limitación. ¡Qué dilema! Si es imposible conocerte a ti mismo, es igualmente imposible no conocerte a ti mismo.
Mas bien, simplemente “sé tu mismo” en cada momento en el tiempo. Al hacerlo, serás y fuiste reconocido y alcanzaste la fruición*.

NT: entiendase fruición como el goce de la realización.

Cuaderno de un Maestro
Master Teacher de ACIMI

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