Lo fundamental del Curso como filosofía, sería el Perdón, la expiación, pero la relación santa es la espina dorsal como método de trabajo. Es donde realmente podemos trabajar los principios que indica el curso.
Una relación santa no esta supeditada a la forma que tenga, eso puede cambiar, no importa que sea nuestro padre, nuestra pareja, un compañero.... Se realiza con una persona que elegimos, una persona que realmente nos importa. Lo más importante que podemos hacer aquí es dar honor a los otros, a nuestras relaciones, a nuestros padres, a nuestros hijos, la familia es Sagrada.
Tenemos que entregar esa relación en nuestra vida deliberadamente. "Esta relación te la entrego Padre " y que su único propósito sea para el beneficio de los tuyos.
Y no vale que sea contigo mismo, ha de ser con el que aparentemente es otro. Finalmente esa persona es tú mismo, es tu espejo. La mayor parte de las veces no podrás ver al otro con los ojos de Cristo, especialmente cuando está en su ego o te está atacando, entonces lo único que quieres es salir corriendo, atacar o esperar para atacar mas tarde.
La relación santa se hace en un momento de cordura, en un momento en el que estas conectado con Dios en el que te das cuenta que lo único que tiene sentido es tu relación con Dios, lo que es de dios, lo que es divino. Cuando alguien nos ataca nos vemos dominados por nuestra ira, por nuestra rabia.
Es un convenio, una promesa que haces con el espíritu, no con la persona. Entregamos una RELACION. No importa si tu pareja está o no en esto, es tu compromiso con el espíritu. Sería mejor que ambos se comprometieran en una relación santa porque así los dos reman en la misma dirección, pero no es necesario, solo se requiere uno que diga al Padre: "Voy a amar a este hermano como tu quieres que yo ame".
Y el único amor que es real aquí es el amor de Dios y nosotros tenemos que hablar como ama Dios. Nuestra palabra no vale mucho, damos nuestra palabra y al día siguiente la cambiamos Sin embargo nuestra esencia es puramente íntegra y esa compromiso con Dios, lo vamos a cumplir.
Finalmente lo que aprendemos con esa relación santa lo trasladamos a todas nuestras relaciones. Llegara un momento en el que lo único que nos satisface es tener una relación santa.
El propósito de la Relación santa es que retomemos la manera en que nuestro padre quiere que nos relacionemos los unos con los otros.
El curso menciona la relación santa desde el capitulo 17 hasta el 22.
Es grandioso el amor que podemos tocar en esta vida, debemos mantenerlo y conservarlo. Cuando se toca este amor, es como un recién nacido que debemos proteger, porque el hábito, la condición del mundo es tan densa!
Y debemos saber que se puede llegar y que podemos tocar a otros con este amor, perdonarlo todo. No vale la pena mantener nada que nos haya herido. Las personas que nos hirieron sentían tanto dolor como nosotros cuando nos hieren. Recordemos que el que ataca, aquel que ha perdido la razón, es el que mas amor necesita.
ENTREGARLO
El Espíritu Santo nos va a limpiar de todo lo que nos duele, esa es su función, la nuestra, es entregárselo todo. Atrevernos a mirar dentro nuestro y entregárselo todo. Nada que hayamos podido hacer puede cambiar la valía que tenemos ante Dios, ningún error.
No atacamos nada, no atacamos a nadie.
Este es un replanteamiento en el que te entregas con el Padre. Dios nos está pidiendo que sigamos perdonando y que lo hagamos porque sí.
NO JUZGAR
La relación santa es un compromiso a perdonar absolutamente, es un convenio que hacemos con el Espíritu Santo con respecto a una persona en tu vida. Es el compromiso de ver al "Cristo" en esta persona. Es en esa relación que entregas al espíritu, donde te comprometes a no juzgar a ese ser, donde vas a poner en practica la propuesta del Curso : "Ver más allá del error de tu hermano, pasar por alto". Te comprometes a no levantar falsos testimonios de tu hermano. Cada vez que renuncias a tu juicio y no dejas que el ego diga cómo tienes que ver a tu hermano, puedes comprobar por ti mismo el estado de felicidad que esto trae. El curso dice que no creas en nada, que lo apliques. Es la experiencia que vas a tener la que te va a convencer de la veracidad de estas palabras.
La Relación Santa nos trae de vuelta a la conciencia de lo que ya somos. Somos un solo ser, cuando nos damos cuenta de esto, ya no deseamos causar más dolor. Porque si somos uno, si tu eres yo ¿a quien estoy causando dolor?
CON QUIEN
La persona elegida para hacer esta propuesta con el espíritu es aquella "con quien estés". Comienzas con esa persona que te vino a la mente. Probablemente tú ya lo sabes.
Esta relación va a servir para procesar todo lo que tienes en contra de todo el mundo. Simplemente trabajando con una relación y entregándosela al Padre con todo tu corazón para que sirva solo para sus propósitos. Te comprometes con el Padre a no juzgar o condenar a este ser. Llevar a cabo esto en el estado que estamos en el mundo, supone cierto esfuerzo por nuestra parte. Pero tenemos la fuerza para hacerlo.
Debemos ver nuestras relaciones en grande, evitando engancharnos en pequeños detalles que no soportamos del otro, aquí el único perfecto es el Espíritu Santo. Todos nosotros tenemos fallos, no aspiremos a ser perfectos sino a dar el mejor amor que podamos dar. Pasemos por alto. Soltemos esto, veamos lo bueno de la otra persona. El camino de Dios es sencillo, nos iluminamos por lo sencillo. Mi Padre quiere que todos encontremos el camino de vuelta. No nos podemos imaginar sus ansias por ver a su Hijo de vuelta. Podemos con nuestros actos hacerlo feliz, complacerlo, vivir para complacer al Padre. Y esto lo vamos a llevar a cabo con una Relación Santa. Sería estupendo que todas las parejas se comprometieran en Relaciones Santas, amarse, eso es lo mas grande. Amar es una elección. Amando elegimos ver en el otro solo lo bueno, seguir amando. No podemos ni imaginarnos la dicha que aporta una relación santa. Es lo que todos anhelamos, lo que realmente queremos es la unión. Lo mas terrible es la condición de estar separados. Es parte del error original que nos separamos de Dios. Nunca podemos separarnos de nuestra fuente, sin embargo el HIJO pensó que se sintió separado de Dios y en ese momento se sintió separado de todo.
El otro entonces, se convirtió en otro. Vemos el dolor del otro, el problema del otro, pero es nuestro propio problema. Así que estamos llenos de soledad y vamos a romper esta soledad.
Porque finalmente la relación principal en la vida es la relación con tu creador, pero la única manera en que la realidad de esa relación con Dios se vuelve manifiesta, es a través de tu relación con tu hermano. A Dios se le habla aquí o sino no tiene sentido.
Los compromisos tienen que ser totales, para siempre, porque tu eres para siempre.
Y no dejar a esta persona sola en su sufrimiento, en el dolor.
Solo existen dos emociones el amor y el miedo. Si ves a tu relación santa que no esta en el amor, recuerda que está en el miedo. Cuando el otro está en el ego tienes el compromiso de ver su realidad, aun cuando él no la está viendo, míralo con los ojos de Cristo. Y esto nos puede tomar una vida entera. Pero es nuestra salvación porque es algo que siempre te lleva al amor. Cuando hacemos este compromiso con el Espíritu Santo (no con la persona), esto se convierte en tu camino. Y más tarde aplicarás todo lo que has aprendido con tu relación santa al resto de la humanidad y todas serán relaciones Santas.
Puedes ver que un hermano está haciendo algo que no es de Dios, debes recordar que es un ser que está confundido con ilusiones. Bendícelo, entrégaselo a Dios para que vea con sus ojos, puedes orar por él. Cuando oras por alguien, lo amas. Cuando oras por otro ser, tu corazón se abre.
Lo único que espíritu santo quiere es que desees ir en dirección a Dios, eso es todo lo que nos pide. Que tu desees hacer lo bonito, lo noble, lo que enaltece.
La Relación santa no compite con ninguna otra relación. La relación que pueda tener contigo es total y completa y no compite con la relación que yo pueda tener con ella.
Al final de cuentas vas a ser impecable solo por el gozo que te da serlo. Y es entre tú y Dios porque haces las cosas con total impecabilidad. Desarrollas una relación tan personal con el espíritu que sabes que él está contigo sosteniéndote en pasar por alto el error de tu hermano, en entregar pensamientos negativos contra alguien, a pesar de toda la resistencia que este oponiendo tu ego para que no le bendigas, para que no perdones.
RELACIONES ESPECIALES
Cuando le entregamos una relación al Espíritu Santo nos comprometemos a que esta relación sirva solo para los propósitos de Dios.
Y sin embargo la vida nos trae situaciones que tenemos que hacer algo que cause dolor a otra persona. Cuando te comprometes en una relación santa puede que surjan situaciones difíciles. Sucede a veces que incluso relaciones estables que entregamos a Dios para que sigan su propósito, se puedan romper porque se tambalea el propósito original que las trajo.
Muchas veces entramos en relaciones que sirven únicamente a nuestros propósitos, siempre el yo. Todas las relaciones que tenemos aquí son especiales, especiales en el sentido del curso. Las relaciones especiales son las que tenemos normalmente, desde nuestro ego, desde nuestro ser inconsciente. Creamos una imagen de nosotros que no tiene que ver con nuestra verdad, así es como vamos por la vida.
Y este falso yo busca relaciones con las que poder sanar su amor propio herido, el dolor, lo que nos faltó, buscamos vengarnos en las relaciones especiales, llenar con ellas nuestras carencias. Buscamos relaciones desde el nivel del ego, que ciertamente son muy difíciles.
La relación santa va contrarrestar el empeño del ego de encontrar relaciones que le realcen a si mismo. Creamos ídolos y cuando ya no los adoramos suficientemente vamos a buscar otro. Buscamos halago y cuando no lo hacen los dejamos. Así, a lo largo de nuestra búsqueda, vamos creando cadenas de relaciones. Pero no estamos dando. Decimos que estamos buscando el amor y sin embargo es lo ultimo que estamos buscando. El amor que buscamos como ego nunca lo vamos a encontrar.
Al principio, cuando dos personas se atraen, se unen, se enamoran, la relación es real, pero es mas tarde que el ego utiliza esa relación y así es como la dañamos, dejándonos seducir por las demandas del ego. Pero ese amor que hubo al principio es real. Este es un motivo para que batallemos en el sentido de que vamos a mantener este amor vivo.
Vamos a trascender el orgullo, dejarlo de lado, que te hizo esto, que no te dio un regalo.... El ego va a hacer lo posible para evitar que estas dos personas lleguen a amarse completamente.
El ego es depredador en su naturaleza, no desea el bien a nadie, solo se ocupa de su pellejo, de si mismo, es la infelicidad. La relación santa es la esperanza, voy a amar como dios quiere que ame, no voy a dejar a mi hermano en su dolor incluso cuando su miedo se proyecta sobre mí. Ahí debes mantenerte y demostrarle que no puede hacerte daño, no en el sentido del ego, sino que vea que tu le amas a pesar de su ataque. No ceder ante el ataque, mantenerse firme, invertir con Dios porque lo único que te mantiene es tu compromiso con Dios. Si no, caeremos enseguida y al primer ataque se nos olvidan todos nuestros compromisos.
El secreto fundamental del curso es tomar la actitud: "HACER FELIZ". Te comprometes a hacer feliz a ese ser, esto no significa que violes tu integridad, tu ética, tu moral. Esta relación santa te puede pedir algo que sabes que te va a dar culpa, no le abandones, dile que no a la idea, pero no a él. Si tu das la espalda a tu hermano, no podrás evitar pensar que Dios te va a dar la espalda a ti, no se puede evitar. Dios sigue siendo en nuestra mente un concepto y va a ser tal y como tu eres con tu hermano. Si eres compasivo vas a saber que Dios es compasivo contigo. Por eso en el Curso todo el enfoque es con el otro, que seas compasivo con el otro, hacer feliz al otro. Eso es lo mas grande.
En este camino vas a desarrollar una moral que nace de entender, del amor de dios que te inspira, te vas a comportar de una manera tan moral, no en el sentido que impone la sociedad, sino una ética personal que te nace de adentro. Nunca hagas a otra persona lo que no quieras que te hagan a ti. Es la regla de oro. Si la mantienes nada te quitará tu paz. Si haces algo que no está bien, te llenas de culpa, pierdes tu paz. Tenemos que reclamarnos, clamar que somos los santos hijos de dios.
DE DOS EN DOS
Aun continúan vigentes y continuarán siempre, las palabras de Jesús: "Amaos los unos a los otros".
La relación Santa es el camino del curso, es el logro. Porque a Dios se va de dos en dos, no podemos llegar solos. No podemos llegar a Dios a menos que hayamos logrado amar a otro ser, haberlo perdonado completamente. Así se puede entrar en el reino de los cielos.
Dice el Curso que el Espíritu Santo es la "intención" del Padre, es nuestra conexión con lo divino en nosotros mismos.
En la relación santa lo que va a levantar el ultimo velo es atrevernos a mirar a Dios. Pero tenemos miedo, nos sentimos culpables de acercarnos a Dios. NO PODEMOS LLEGAR SOLOS porque la condición de "solo" es la condición de la separación.
Cuando llegamos a amar a un ser completamente, cuando hallamos llegado a perdonarlo completamente, es cuando se levanta el ultimo velo. Atreverse a mirar a Dios de frente.
En soledad podemos tocar momentos preciosos y bellos, pero solo habiendo amado, habiendo visto al otro ser como a ti mismo. Porque tu mente rompe en ese acto el concepto de la separación, entonces te vuelves hacia Dios. Esto no es mental, es una experiencia, pura realidad.
Es apostar a que dos personas lleguen amarse, realmente perdonarse, trascender todo lo que el ego ha montado para mantener la separación. La unión no se alcanza a través del cuerpo, es a través de la entrega de nuestra totalidad. En esa unión de dos seres está la semilla del fin de la muerte. Jesús resucitó y probó que la muerte no es real porque la vida no puede morir. El Curso dice que la muerte es la consecuencia del pecado.
Lo que Jesús logró, lo logró para nosotros La causa de esto es que todos tenemos una mente común.
Una relación santa implica dos seres que trascendieron su yoismo y vieron el nosotros mismos, el uno, rompiendo el concepto de separación.
La relación santa es el camino mas rápido a Dios donde vas a poder trabajar el perdón. Lo que Dios a unido nadie lo puede separar. Cuando tu has entregado al Padre tu relación, eso es para siempre.
Lo que sucede es que ya estamos relacionados, la relación santa trae a relucir la verdadera unión que ya tenemos.
DEL LADO DE DIOS
Nosotros tenemos responsabilidad en lo que esta pasando en el mundo. Cada vez que castigas a alguien porque te hizo algo, estas apoyando todas las barbaridades que se hacen, sigues sosteniendo el pensamiento que da lugar al castigo, al ataque. En un momento tienes que ponerte del lado de Dios decididamente. Parte de la función del curso es ayudarnos a tomar la misma decisión que Jesús tomó, escuchar una sola voz, la voz de Dios. El siempre te va a decir que tu hermano es inocente, siempre te dirá AMALO.
La voz del espíritu es apremiante, si la sientes vas a actuar, siempre te va instar a que perdones, a que veas mas allá de su error, a que no seas testigo de su ego.
Lo mas importante para la relación santa es la fe. Tienes que tener fe en tu hermano independientemente de lo que haga o haya hecho. Si estás firme con tu compromiso con Dios, vas a sostener la fe en tu hermano. Tu compromiso vale, se cuidadoso con tu palabra y si tienes que cambiar algo, pídele permiso a la otra persona y si no está conforme, debes mantener tu palabra. Siempre puedes renegociar pero si el otro dice no, consérvala. Así vas a aprender a ser muy cuidadoso, ser genuino contigo mismo en el sentido de ser responsable y decir sí cuando debes hacerlo e incluso aprender a decir no cuando es necesario.